¿Cómo tratar los hechos violentos con los niños y adolescentes?

Los niños se dan cuenta de lo que ocurre en el mundo que los rodea. Cuando ocurren incidentes aterrantes y violentos, tales como los ataques a la población civil de Israel este fin de semana, tanto los niños como los adultos pueden experimentar una serie de emociones entre las que se pueden encontrar el miedo, la confusión, la tristeza y la ira. Para contrarrestar el miedo y para inspirar tranquilidad, los padres, maestros deben proporcionar oportunidades para que los niños puedan expresar cómo se sienten, y también para que canalicen sus emociones hacia actos positivos. Las conversaciones o discusiones entre adultos y niños en situaciones difíciles pueden ser un comienzo para fortalecer los valores, las creencias y las tradiciones de la familia y la comunidad.

Compartimos con ustedes esta guía para atender estas necesidades:

Estar preparado

  • Para poder proporcionar la confianza y las directrices que necesitan los niños, los adultos deberán ante todo aceptar sus propios sentimientos. Examine sus propias emociones y percepciones y hable con otros adultos acerca de ellas. Acepte el hecho de que sus experiencias pasadas pueden influir sobre la forma en que usted evalúa las situaciones actuales.

  • Manténgase alerta para reconocer las señales de alteración en los niños. Dichas señales pueden incluir retraimiento, falta de interés, comportamiento singular, miedo a la escuela o otras actividades, o todo aquello que se aparta de las normas del niño.

Escuchar

  • Escuche con atención para enterarse de lo que saben los niños y de lo que están pensando.

  • Trate todas las preguntas de los niños con respeto y seriedad.

  • Aclare las preguntas de los niños para poder comprender lo que dicen y lo que preguntan, qué los ha llevado a hacer esa pregunta, y cuánta información desea recibir el niño. Un niño que pregunta: “¿Por qué atacaron Israel?” podría sentir curiosidad acerca de los problemas políticos relacionados con el ataque, o podría estar preguntando: “¿Podría yo, o alguna persona que quiero, resultar lesionada en un ataque?”

  • A veces, sin repetir exactamente las mismas palabras, puede resultar útil expresar lo que usted cree que el niño está sintiendo, como una forma de ofrecerle al niño la oportunidad de confirmarle que usted ha entendido, para aclarar. Por ejemplo, usted podría decir: “Me suena como que tú tienes miedo de que esto vuelva a ocurrir otra vez.”

  • Analice los hechos acerca de lo que ocurrió en realidad.

  • Debe tratar de calmar a los niños de una forma adecuada a su edad, asegurándoles que están protegidos. Cuando hable con infantes, sus respuestas pueden ser simples y directas: “Te quiero mucho y siempre voy a hacer todo lo que pueda para que estés protegido.”

  • Hágale saber a los niños que mucha gente y muchas organizaciones están colaborando para asegurar nuestra seguridad, como por ejemplo el ejército, la comunidad, etc.

  • Asegure a los niños que a pesar de que hay gente que ha hecho cosas que son difíciles de comprender, estamos protegidos y a salvo.

Honestidad

  • Conteste a las preguntas tan clara y honestamente como le sea posible, utilizando un lenguaje y definiciones de acuerdo al desarrollo del niño. Si no sabe cómo contestar la pregunta de un niño, dígalo y elabore un plan para tratar de averiguar la respuesta.

  • Corríjase si ha dado información incompleta o incorrecta. No tenga miedo de cometer un error; cuando admitimos nuestros propios errores, eso hace que los adultos sirvan de ejemplo a los niños para corregir sus propios errores. Hable claramente al admitir sus errores y evite ponerse a la defensiva, diciendo: “He cometido un error.”

  • Reconozca que hay personas que odian a otras personas, y que los actos inspirados por el odio pueden constituir una amenaza.

  • Comparta sus percepciones y sentimientos, pero trate de evitar comunicar desesperanza. Sin disminuir la seriedad de una situación, es importante que se mantenga la perspectiva y comunicárselo a los niños.

Protección

  • Evite dar a los niños más detalles específicos de los que sean necesarios. Tenga cuidado para no asustar a los niños. Ponga un límite a la exposición de los niños a los reportajes de los medios de comunicación sobre los acontecimientos violentos.

  • Los niños necesitan saber que no somos impotentes frente al odio; hay muchas cosas que los adultos y los niños pueden hacer.

  • Hable con regularidad acerca de las formas en que se puede enfrentar el odio. Piense sobre distintas maneras de enfrentar estos problemas mientras esté en su casa, en la escuela y en la comunidad. Los ejemplos incluyen hablar en contra de los insultos, hacer amistad con personas que son diferentes a uno mismo, aprender acerca de diversos grupos culturales e investigar maneras de incrementar la comprensión entre los distintos grupos. Hable sobre los distintos pasos necesarios para que ocurran estas cosas.

  • Ayude a los niños a comprender que si las palabras de odio no se enfrentan, pueden convertirse en actos de violencia física. Hable acerca de la manera en que la expresión del odio empieza generalmente con unas palabras poco amables. Hable y practique las formas en que los niños pueden combatir los insultos y la intimidación.

  • Ayude a los niños a comprender que a veces no deben intervenir porque puede ser peligroso; enseñe a los niños a procurar la asistencia de los adultos si alguien está siendo acosado o intimidado.

  • Ayude a los niños a sentirse satisfechos con ellos mismos, de modo que aprendan a verse a sí mismos como personas que pueden contribuir a crear un mundo mejor.

TRADUCIDO DE LA ANTI-DEFAMATION LEAGUE 2005. https://www.adl.org/resources/tools-and-strategies/discussing-hate-and-violence-children

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