Purim - Un mensaje eterno

Por Rav Abraham Zeev Miller

Yeshivá Emuná

La Megilat Esther (9:28) atestigua sobre sí misma que nunca se va a apartar de los Yehudim y nunca se les va a olvidar. Se comprende que este libro contiene al menos un mensaje eterno, relevante para todas las generaciones y épocas. Este año, he reflexionado sobre lo siguiente:

Al principio de Megilat Esther, la situación de los Yehudim parecía ser muy segura. Disfrutaban del favor del rey, fueron invitados a la fiesta real en la capital del imperio persa (en la cual se les proporcionó comida kosher) para dar un mensaje de aceptación e inclusión. Sin embargo, la realidad es que su participación en esta fiesta, que celebraba la creencia de que el Beit Hamikdash nunca sería reconstruido, llevó al peligro de la aniquilación del pueblo.

En cambio, cuando su situación parecía desesperada, y percibían que enfrentaban la aniquilación, ya había iniciado el proceso de su salvación. En todo momento, las apariencias engañaban y se requería mucha astucia para percibir la verdad.

Recientemente, experimenté una turbulencia intensa durante un vuelo, fuera de lo común. En esos momentos, sentí una claridad sorprendente y comprendí que estaba completamente en manos del Todopoderoso. Reflexioné sobre la importancia de mantener esa misma percepción incluso en tiempos de calma. En la vida de cada individuo, hay momentos turbulentos que nos invitan a hacer esta reflexión y extrapolarla.

Hace varios meses, muchos Yehudim en Israel se sentían seguros, sin sospechar que serían víctimas de una masacre cruel. Esta experiencia nos recuerda que las apariencias a veces nos ilusionan y engañan, incluso cuando aparentemente estamos rodeados de calma. Siempre estamos en manos del Todopoderoso.

Que sea Su voluntad que pronto, como en la historia de Megilat Esther, veamos Su salvación completa, y que podamos encontrar fuerza y consuelo en nuestra fe en momentos de dificultad.

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