La Crisis de la Educación Superior
Dr. Moisés Salinas Fleitman, Rector de la Universidad ORT México
La educación superior está enfrentando una crisis sin precedentes, tanto a nivel internacional, como en México. Los costos crecientes de la colegiatura en las universidades privadas, la falta de acceso y capacidad de las universidades públicas, aunado a planes de estudio desactualizados y la desconexión entre la oferta de carreras y las demandas del mercado laboral, han llevado a estudiantes, padres y educadores a cuestionar el verdadero valor de una educación universitaria.
Muchas instituciones están luchando por mantenerse relevantes en una era donde el aprendizaje en línea, las micro-credenciales y los bootcamps técnicos están ganando terreno como alternativas más flexibles y rentables. El sistema, tal como lo conocemos, se está desmoronando.
Imagínate esto: un egresado de una universidad privada invierte a veces millones de pesos en colegiaturas y cuotas, y al terminar se encuentra sub-calificado para los empleos del futuro. Las universidades están tratando de mantenerse al día, pero tanto la tecnología como las dinámicas sociales cambian mucho más rápido que los programas de estudio, que en nuestro país pueden tardar hasta dos años para ser revisados y aprobados por la Secretaría de Educación Pública. Y todo esto está sucediendo mientras los estudiantes se muestran cada vez más desinteresados, cuestionando si un título universitario tradicional de cuatro años realmente vale el sacrificio de tiempo y dinero.
La pandemia de COVID-19 fue el punto de inflexión. Expuso cuán frágil es el modelo de la educación superior. Miles de estudiantes pasaron de la experiencia social y el bullicio del campus universitario a estudiar literalmente en sus pijamas en Zoom, y muchos se dieron cuenta de algo fundamental: ¿por qué deberían pagar una colegiatura exorbitante por una tele-conferencia que muchas veces podían obtener gratis en YouTube, a veces con los expertos más calificados del mundo? Al final, esta crisis llevó a algo mucho más grande que una simple interrupción temporal. Obligó a una reestructuración completa del papel de la educación en el mundo moderno.
Pero con cada crisis, viene también una oportunidad: la educación superior está a punto de experimentar la transformación más profunda de su historia. Las instituciones que sobrevivan—y prosperen—serán aquellas que se adapten a esta nueva realidad. Durante la próxima década, veremos el auge de modelos de aprendizaje innovadores que prioricen la flexibilidad, los modelos híbridos, la personalización y las habilidades del mundo real. Las universidades que serán realmente relevantes para el siglo XXI serán aquellas que logren desarrollar competencias adaptivas en sus egresados, y no simplemente enfocarse en la transmisión del conocimiento. Entre otras, veremos algunas tendencias como las siguientes:
Micro-credenciales y Aprendizaje Basado en Competencias: Las universidades comenzarán a enfocarse en lo que los estudiantes pueden hacer, en lugar del número de créditos que han completado. Los cursos a corto plazo y las certificaciones reemplazarán los programas rígidos de grado, permitiendo a los estudiantes construir un portafolio de habilidades directamente relevantes para sus carreras.
Entornos de Aprendizaje Híbrido: El futuro será una combinación de aprendizaje presencial y en línea, donde los estudiantes podrán acceder a recursos de clase mundial desde cualquier lugar del mundo. Los campus físicos evolucionarán para convertirse en centros comunitarios donde los estudiantes se reúnan para colaborar y tener experiencias prácticas. Los contenidos estarán principalmente disponibles de forma digital, mientras que el salón de clase será un espacio de discusión, de práctica, y de colaboración más parecido al ágora socrática que al salón de clases tradicional.
Educación Asequible y Accesible para Todos: El costo de la educación se deberá reducir drásticamente. Las universidades deben adoptar modelos más escalables y basados en tecnología para abrir la puerta a una educación de alta calidad a personas que antes no podían permitírselo.
Aprendizaje Integrado al Trabajo: Veremos más alianzas estratégicas entre universidades, empresas, y organizaciones de la sociedad civil, donde los estudiantes alternarán entre el estudio y experiencias laborales prácticas. Los egresados ingresarán al mercado laboral con experiencia en el mundo real y una red de contactos en la industria.
Los cambios ya están sucediendo. Las universidades que no se adapten enfrentarán la extinción, pero aquellas que abracen esta nueva era de la educación crearán un futuro más brillante e inclusivo para todos los estudiantes. Si bien la crisis en la educación superior es real, también lo es el potencial para una revolución que beneficie a estudiantes, educadores y a la sociedad en general. Al entrar en esta próxima década de disrupción, una cosa está clara: las instituciones que sobrevivirán serán aquellas que sean lo suficientemente atrevidas para cambiar.
Es momento de reimaginar lo que puede ser la educación superior. ¿Estás listo para ser parte de este cambio? Ya seas estudiante, educador o formulador de políticas, ahora es el momento de hacer preguntas difíciles y exigir soluciones.
* El Dr. Moisés Salinas Fleitman es rector de la Universidad ORT México, institución de vanguardia enfocada en la responsabilidad, el emprendimiento y el liderazgo sociales. Es doctor en psicología educativa de la Universidad de Texas en Austin y ha sido líder en educación superior en instituciones en México, EE.UU. e Israel.