Fortaleciendo la educación a través de talleres personalizados. 

Mtra. Linda Michán. Dirección académica Vaad Hajinuj

Como directora académica de Vaad Hajinuj México, mi labor va más allá de supervisar programas y estrategias educativas; consiste en crear espacios significativos para el desarrollo profesional de nuestros docentes y, a través de ellos, transformar la experiencia educativa de nuestros alumnos. En este contexto, una de mis tareas más enriquecedoras ha sido diseñar e impartir talleres personalizados que respondan a las necesidades específicas de cada colegio.

Recientemente, he tenido el privilegio de trabajar directamente con maestros de estudios generales de secundaria y morot de estudios judaicos de primaria y secundaria en un taller titulado “La educación es cosa de dos: Comunicación asertiva y vínculo emocional en el aula”. Este espacio busca abordar una de las principales necesidades expresadas por nuestros docentes: mejorar la interacción con sus alumnos para fortalecer tanto el proceso de enseñanza-aprendizaje como el ambiente escolar en general.

El taller ha tenido como eje central dos conceptos fundamentales: la comunicación afectiva y asertiva y la disciplina positiva basada en el amor y el respeto. Partimos de la idea de que, para generar un impacto significativo en los estudiantes, es crucial que los docentes no solo transmitan conocimientos, sino que también establezcan vínculos genuinos y empáticos. Esto se logra a través de una comunicación clara, respetuosa y emocionalmente consciente, que fomente un clima de confianza mutua.

Uno de los aspectos más destacados de esta experiencia ha sido observar cómo los maestros lograron identificar situaciones cotidianas en las que podían aplicar las estrategias vistas en el taller. Por ejemplo, trabajamos en ejercicios prácticos que los ayudaron a expresar sus expectativas de manera clara, a manejar conflictos con un enfoque constructivo y a utilizar el refuerzo positivo como herramienta para promover el buen comportamiento. Estos aprendizajes no solo fortalecen su labor como educadores, sino que también tienen un impacto directo en el bienestar emocional de los estudiantes.

Además, dedicamos tiempo a reflexionar sobre la importancia del vínculo emocional entre el maestro y el alumno. Este vínculo, cuando se cultiva de manera consciente, puede convertirse en un motor poderoso para el aprendizaje, ya que fomenta un sentido de pertenencia y motivación en los estudiantes. Las maestras de estudios judaicos, en particular, destacaron cómo estas herramientas podían integrarse en el marco de los valores que enseñan diariamente, creando una conexión más profunda con su labor educativa.

La retroalimentación de los participantes ha sido sumamente positiva. Muchos han expresado que el taller les ha permitido no solo aprender nuevas estrategias, sino también tomar conciencia de la importancia de su rol como modelos a seguir en el aula. Este reconocimiento de su impacto en la vida de los alumnos es esencial para fortalecer su compromiso y su motivación como educadores.

Mi compromiso es continuar ofreciendo talleres y capacitaciones que se adapten a las características y necesidades específicas de cada escuela. Esta flexibilidad permite abordar los retos particulares que enfrenta cada comunidad educativa, ya sea en términos de disciplina, metodologías de enseñanza, integración de valores o cualquier otro aspecto relevante. Estoy convencida de que, al trabajar en conjunto con los docentes, podemos seguir construyendo un modelo educativo que combine excelencia académica con un enfoque humano y empático.

A través de estos talleres, busco también fomentar una cultura de aprendizaje continuo entre los maestros. Creo firmemente que los educadores que se sienten valorados y apoyados en su desarrollo profesional están mejor preparados para inspirar a sus alumnos y para enfrentar los desafíos del entorno educativo con creatividad y resiliencia.

Espero ampliar este servicio para incluir una mayor variedad de temas y formatos, siempre en colaboración cercana con los equipos directivos y docentes de cada escuela. Mi objetivo es que cada taller sea una experiencia transformadora, no solo para los participantes, sino también para las comunidades escolares en su conjunto. Este compromiso con la personalización y la excelencia responde a una visión más amplia: la de construir una red de escuelas unidas por un propósito común, pero enriquecidas por la diversidad de sus contextos y necesidades. 

Estoy profundamente agradecida por la oportunidad de colaborar con los docentes en este proceso y de ser testigo de su crecimiento profesional y personal. La educación es, sin duda, un trabajo de equipo, y estos talleres son una muestra del poder transformador que tiene el trabajo conjunto cuando se orienta hacia un propósito claro y compartido.

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